La Iglesia de San Marcos (Salamanca). Una rareza olvidada

Hay dos ciudades en España por las que tengo una admiración para nada disimulada, me encantan, me encanta su arquitectura, me encanta su historia, me encantan sus leyendas (algún día pondré alguna por aqui) y ambas me traen recuerdos llenos de felicidad
Una es Salamanca, la otra Cáceres, es cierto existen otras ciudades que me han impactado, y otras por las que tengo fijación por conocer (curiosamente excepto dos museos, todas las demas fijaciones son producto nacional, bueno curiosamente no, España encierra tantos tesoros escondidos....., cuando aprenderemos a valorar lo nuestro? )
Salamanca tiene tanto que mostrar!!!!! todo impresionante es verdad , pero tiene un tesoro que pasa muchas veces desapercibido, humildemente creo que no le dan la importancia que merece.
Nosotros nos la encontramos, casi por casualidad, allí estaba camino del hotel, una iglesia con planta circular, única en el románico hispano que, junto con otras dos (Roma y Borgoña), son las únicas circulares que se conservan en el mundo. (En Dinamarca también existen creo recordar que 4 iglesias redondas aunque mucho mas "modernas" )

Fue fundada en 1178, siendo Capilla Real a partir de 1202 y Real Clerecía después. Corona esta Iglesia una espadaña barroca en el centro del tejado de 1620, también en el exterior se encuentra esculpido el escudo de armas de los Austria. Su interior presenta tres naves semicirculares individualizadas por dos gruesos pilares cilíndricos y arcos ojivales. En 1967 se descubrieron tres frescos, que datan del siglo XIV, realizados sobre la piedra. La Iglesia guarda una reproducción de la Virgen de Montserrat, la Moreneta, patrona de Cataluña.

Sinceramente no puedo deciros si me gustó o no, desde que entré tuve una sensación de agobio, tan pequeña, tan "rara" tan oscura es una sensación dificil de explicar, me encanta la piedra, sin embargo aquella atmosfera me ahogaba
Hoy me alegro profundamente que hubiesemos  tropezado con ella, me alegro haber tenido la oportunidad de haberla conocido, y también porque no, de haber sentido algo distinto