viernes, 20 de enero de 2012

El jarrón roto



Da lo mismo , si era carísimo o de la tienda de todo a un euro, es igual si te gustaba muchísimo o si aún no comprendes que locura transitoria hizo que lo escogieras
En realidad da igual si fue culpa de un tropezón ,  una corriente de aire , un accidente limpiando el polvo, da igual ...cuando un jarrón se rompe , no tiene arreglo
Aunque compres el mejor pegamento, aunque se lo dejes a un experto en restauración, jamás quedará igual , siempre quedará la “cicatriz”
Exactamente igual pasa cuando la relación entre dos personas se rompe, da igual el porque, quien tuvo la culpa o si fue de los dos
Cuando una relación se rompe , no hay marcha atrás
Algunas veces igual que puedes coger el jarrón en el aire , puedes salvar una relación , otras veces cuando se ha hecho añicos o simplemente se ha desprendido una lasca , la relación se ha roto para siempre.... lo roto no tiene arreglo

Y a veces hay que tener cuidado, mucho cuidado porque roto, esos filos astillados te pueden hacer mucho daño , cortes profundos  que te pueden dejar marcas para siempre ya sea porque ilusamente lo recojas pensando que tiene arreglo, o si como debes hacer lo recojas para tirarlo …

4 comentarios:

  1. Lo mejor es, si ya no tiene ningún arreglo, es olvidarse lo antes posible de ese jarrón, o relación. Sirve lo mismo para ambas cosas. Lo que no puede ser, no puede ser. Y si no ha compensado y ahora menos, con mayor razón.

    Siempre encontrarás un jarrón mejor y más bonito que el anterior. Cuando eso suceda, apenas te acordarás de él y con el tiempo, menos aún. Hay jarrones rotos que están mejor así. No merecen estar ahí, junto a tí. ¡Son horrendos! Y tampoco se merecen ni el más mínimo recuerdo.

    Un beso.

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  2. Todo lo que ocurre en la vida tiene una razón. A veces la descubrimos; otras queda en un enigma. Pero nuestro conocimiento no cambia las cosas. Si ese jarrón se ha roto es porque se debía romper. Y los trozos diseminados ya no son el jarrón que un día viste. Lo cual no es óbice, como tú reconoces, que duela. Pero Alberto está cargadio de verdad cuando advierte de que llegará un momento en que no te acordarçás para nada ni de la apariencia del jarrón, ni de los trozos ni de la pena que te causó barrerlos.
    Un beso

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  3. Lo mejor es olvidar si, el problema es cuando tienes que ver un jarrón exactamente igual casi todos los días :-(
    Prometo intentar por todos los medios , no cortarme al tirar los trozos...
    Besos

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  4. No ves "otro jarrón igual todos los días". ¡Estás viendo el mismo jarrón! Y ya no fascina tanto. Has descubierto en él cosas que ya no son tan atractivas ni a la vista, ni al espíritu. Olvídate de él, por que encontrarás otro mucho mejor y más bonito. ¡De Limoges! No basta uno cualquiera. Si tienes que tener uno, que sea el mejor.

    Y no te cortarás al recoger los trozos. Guantes, escoba, cogedor, al fondo del cubo y ya está. ¡Por mucho que duela! Es cuestión de tiempo.

    Besos para las dos.

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